
miércoles, agosto 30, 2006
martes, agosto 29, 2006

sábado, agosto 26, 2006
viernes, agosto 25, 2006
Mariano Man es un periodista argentino que se fue a Israel en la diáspora del 2003, pero no bajo presiones sino autopresión, igual en el 2001 se fueron pocos, la mayoría de los que se fueron, lo hicieron en el 2002; Osea, Mariano se fue con la minoria del 2003 (en visperas de la guerra de Irak).
Mariano vive en Tel Aviv, tiene una hija llamada Alma y escribe en Aurora, un semanario dirigido a los hispanolectores que están allá. Durante poco más de un mes estuvo dando su visión de la guerra entre el ejército israelí y Hezbollah.
Ahora, escribe sobre la posguerra, no habla de escombros, sino del terremoto político que causaron los padres de cromañon israelíes y también de los affaire sexuales entre ministros y secretarias. Esas cosas haciendo clic acá.
Mariano vive en Tel Aviv, tiene una hija llamada Alma y escribe en Aurora, un semanario dirigido a los hispanolectores que están allá. Durante poco más de un mes estuvo dando su visión de la guerra entre el ejército israelí y Hezbollah.
Ahora, escribe sobre la posguerra, no habla de escombros, sino del terremoto político que causaron los padres de cromañon israelíes y también de los affaire sexuales entre ministros y secretarias. Esas cosas haciendo clic acá.
Colette es el seudónimo que eligió una treintañera para contar que sólo vive para trabajar de productora de televisión, esa es su actividad principal, sus actividades secundarias son escuchar música, y hablar de hombres, otros datos, a ver: en sus ratos libres: duerme. Pueden ver su vida en este blog: Esmalte Rojo Furioso
BOMBA
Se disponía a viajar de Chicago a Turquía con su madre y sus pequeños hijos. Mardin Azad Amir decía su pasaporte iraquí y en su bolso de mano le descubrieron un bulto raro. “¿Qué lleva allí?”, preguntó la agente de seguridad. Azad Amir se puso rígido, miró avergonzado a su madre y a sus hijos y balbuceó una palabra: “Bomba”. En el aeropuerto de Chicago se desató la histeria y Azad Amir terminó preso. El bulto era una bomba, pero no de las que explotan, sino una bomba para aumentar el tamaño del pene. Si resulta culpable de “alterar el orden público” podrían condenarlo a tres años. El hombre denunció que fue discriminado porque “la mitad de los norteamericanos usan bomba para el pene y a mí me detienen por ser árabe”.
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