miércoles, agosto 30, 2006
martes, agosto 29, 2006
Una de las pocas cosas que me propuse al comenzar a escribir este blog, fue no hablar mal de la gente, en caso de hacerlo, hacerlo de la menor cantidad de gente posible, no se porque, pero Cielo Latini, una chica que dice que es escritora y que ahora se le dio por luchar contra la anorexia y contra los modelos imperantes en la sociedad que fomentan los mismos medios en los que ella promociona su libro Abzurdah, esos medios que dicen que siempre hay que estar linda, linda, linda, me cae mal. La veo y no me calienta. ¿Debería? Mis amigos dicen que esta buenisima, pero me parece de plástico, la escucho hablar y no me dan ganas de comprar su libro, No se deslegitima su combate contra la injusticia de las pobres oprimidas que no comen porque tienen problemas del balero, que enfermedad de boludos la anorexia, ayyyyyy, no quiero comer, pero hay que ser gil, pensar que hay tantos jujeños que se mueren de hambre, tantos africanitos que no tienen para comer, y se hacen problema por unas caprichosas que no quieren comer, pero que se dejen de joder y se vayan a vomitar a La esquina de las flores. Claro, como la esta supuesta ex anoréxica es blanquita, eso es un problema, el problema existe, hay que mostrarlo y con eso se llenan programas de televisión a los que no se les cae una idea, programas de radio como este que no se caracteriza por la originalidad. Algo bueno hay que sacar de todo esto, y es felicitar al departamento de prensa de Editorial Planetaporque consiguió notas en muchos medios, lo que la colocó en un el tercer puesto del ranking de best sellers. Invirtieron tanto armaron un un Fotolog, pero no del modo gratuito que permite sólo una foto por día, sino el pago, en el que todo se puede. Despues de todo, Cielo, no esta tan fea, lastima que diga que supero la anorexia y sea tan flaca, si tuviese uno kilito más, un cacho de carne de donde agarrar, quizá le daría.
sábado, agosto 26, 2006
viernes, agosto 25, 2006
Mariano Man es un periodista argentino que se fue a Israel en la diáspora del 2003, pero no bajo presiones sino autopresión, igual en el 2001 se fueron pocos, la mayoría de los que se fueron, lo hicieron en el 2002; Osea, Mariano se fue con la minoria del 2003 (en visperas de la guerra de Irak).
Mariano vive en Tel Aviv, tiene una hija llamada Alma y escribe en Aurora, un semanario dirigido a los hispanolectores que están allá. Durante poco más de un mes estuvo dando su visión de la guerra entre el ejército israelí y Hezbollah.
Ahora, escribe sobre la posguerra, no habla de escombros, sino del terremoto político que causaron los padres de cromañon israelíes y también de los affaire sexuales entre ministros y secretarias. Esas cosas haciendo clic acá.
Mariano vive en Tel Aviv, tiene una hija llamada Alma y escribe en Aurora, un semanario dirigido a los hispanolectores que están allá. Durante poco más de un mes estuvo dando su visión de la guerra entre el ejército israelí y Hezbollah.
Ahora, escribe sobre la posguerra, no habla de escombros, sino del terremoto político que causaron los padres de cromañon israelíes y también de los affaire sexuales entre ministros y secretarias. Esas cosas haciendo clic acá.
Colette es el seudónimo que eligió una treintañera para contar que sólo vive para trabajar de productora de televisión, esa es su actividad principal, sus actividades secundarias son escuchar música, y hablar de hombres, otros datos, a ver: en sus ratos libres: duerme. Pueden ver su vida en este blog: Esmalte Rojo Furioso
BOMBA
Se disponía a viajar de Chicago a Turquía con su madre y sus pequeños hijos. Mardin Azad Amir decía su pasaporte iraquí y en su bolso de mano le descubrieron un bulto raro. “¿Qué lleva allí?”, preguntó la agente de seguridad. Azad Amir se puso rígido, miró avergonzado a su madre y a sus hijos y balbuceó una palabra: “Bomba”. En el aeropuerto de Chicago se desató la histeria y Azad Amir terminó preso. El bulto era una bomba, pero no de las que explotan, sino una bomba para aumentar el tamaño del pene. Si resulta culpable de “alterar el orden público” podrían condenarlo a tres años. El hombre denunció que fue discriminado porque “la mitad de los norteamericanos usan bomba para el pene y a mí me detienen por ser árabe”.
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