BOMBA
Se disponía a viajar de Chicago a Turquía con su madre y sus pequeños hijos. Mardin Azad Amir decía su pasaporte iraquí y en su bolso de mano le descubrieron un bulto raro. “¿Qué lleva allí?”, preguntó la agente de seguridad. Azad Amir se puso rígido, miró avergonzado a su madre y a sus hijos y balbuceó una palabra: “Bomba”. En el aeropuerto de Chicago se desató la histeria y Azad Amir terminó preso. El bulto era una bomba, pero no de las que explotan, sino una bomba para aumentar el tamaño del pene. Si resulta culpable de “alterar el orden público” podrían condenarlo a tres años. El hombre denunció que fue discriminado porque “la mitad de los norteamericanos usan bomba para el pene y a mí me detienen por ser árabe”.
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